jueves, 29 de junio de 2023
El queso de tetilla es uno de los tesoros culinarios de la región de Galicia. Además, es uno de los que mayor éxito y presencia tienen en el resto de España, no solo por la calidad de su aroma y su textura, sino por la versatilidad que ofrece a la hora de consumirlo.
Estos nos parecen motivos suficientes para hablar sobre su historia, sus principales características y, por supuesto, dónde comprar queso de tetilla de la mejor calidad.
Uno de los aspectos más curiosos del queso tetilla es que su origen es bastante incierto. Parece probado que es un queso centenario, pero, entre rumores y leyendas, es complicado encontrar un comienzo en su historia. Algunas fuentes lo sitúan ya en la época romana, dado que Plinio habla de un queso que tenía forma de pecho de mujer y que él llama “mamulas lactem” (mamillas de leche). En cambio, otros escritos sitúan el origen del queso tetilla en otras fechas más recientes, desde plena Edad Media, en un convento de monjas, hasta la Edad Moderna, algo que resulta irrefutable por los textos en los que se recogen pedidos de alimentos para algunos nobles gallegos y, en ellos, se incluyen quesos de tetilla, literalmente. Lo que está claro es que, tenga doscientos o dos mil años de historia, el queso de tetilla es uno de los imprescindibles en la tradición gastronómica gallega.
El queso de tetilla tiene unas características que redundan en su personalidad única. La principal y más visible es su apariencia física, que se asemeja a la forma de un seno femenino y lo diferencia a simple vista de casi cualquier otro queso.
Pero más allá de su famosa forma, el queso de tetilla se caracteriza por estar elaborado con leche de vaca procedente de vacas Rubia Gallega, Frisona, Pardo Alpina o de vacas que procedan de los cruces de esas razas.
En cuanto a otras características, según su Denominación de Origen Protegida (DOP), el peso tiene que situarse entre el medio kilo y el kilo y medio y sus medidas de diámetro base y altura en una horquilla entre los 90 y los 150 milímetros.
La corteza del queso de tetilla es fina y elástica, sin moho y de color amarillo, mientras que su pasta es uniforme, de consistencia blanda que puede llegar a ser cremosa y con un color sensiblemente más pálido que la corteza.
El primer paso para una correcta degustación del queso tetilla es conservarlo en un lugar apropiado. Tradicionalmente, se almacenaban en bodegas o ubicaciones subterráneas que resultaran frescas y aireadas, pero estos habitáculos no son tan frecuentes como antaño y, por lo tanto, lo recomendable es guardarlo en la parte baja del frigorífico.
El método de corte es abriendo la pieza del queso por la mitad y, de cada una de ella, ir cortando cuñas de más o menos un dedo de grosor. Después, se ha de cortar la corteza y cortar el resto de la cuña en triángulos.
La temperatura en la que se recomienda guardar el queso oscila entre los 5 y los 8 grados, pero para su consumo ha de estar más templado, entre 16 y 18 grados, para que la sensación en boca no sea de frío y presente una textura correcta, ligeramente mantecosa, al igual que su sabor, que también ha de reconocerse como ligeramente ácido y salado.
El queso de tetilla se ha consumido casi siempre como postre, después de las comidas principales, acompañado de pan y sin ninguna preparación adicional. Pero, en realidad, también puede consumirse en tablas acompañados de otros quesos, con uvas, nueces, dulces o membrillo.
Por sus características únicas, las posibilidades que ofrece el queso tetilla a la hora de cocinar son prácticamente imbatibles. Su presencia en recetas de carnes, pescados, pastas o verduras es un regalo para el paladar, ya que no solo acompaña muy bien a multitud de ingredientes de todo tipo, sino que ayuda a matizar y realzar sus sabores.
Algunos ejemplos son las salsas y rellenos de platos protagonizados por pimientos, setas, tomates o muchos tipos de pasta, incluso lasañas y canelones. Pero también se usa cada vez más para elaborar postres como buñuelos, pastelitos o tartas de queso.
El queso de tetilla es uno de los quesos gallegos que más se consumen tradicionalmente en la región gallega y, desde hace un tiempo, su fama se está extendiendo a otras partes de nuestro país, debido a su gran sabor y su amplio repertorio en la cocina. Si quiere probar el auténtico queso de tetilla elaborado de forma artesanal bajo la denominación de origen, no busque más y hágase con él a través de nuestra tienda online o en nuestro establecimiento del Mercado de la Paz.
De lunes a viernes: de 9h a 20h
Sábados: de 9h a 14.30h
Entre el 5 y el 24 de agosto
De lunes a viernes: de 9h a 15h
Sábados: de 9h a 14.30h