lunes, 29 de mayo de 2023
El queso Flor de Guía es un tesoro gastronómico de las Islas Canarias. Además de su exquisito sabor, su meticuloso modo de elaboración y sus características únicas lo han llevado a ser uno de los quesos canarios más carismáticos y a ser reconocido con una Denominación de Origen Protegida (DOP), que garantiza su autenticidad y calidad.
El queso Flor de Guía es un tesoro gastronómico de las Islas Canarias. Además de su exquisito sabor, su meticuloso modo de elaboración y sus características únicas lo han llevado a ser uno de los quesos canarios más carismáticos y a ser reconocido con una Denominación de Origen Protegida (DOP), que garantiza su autenticidad y calidad. Si quiere conocer un poco más acerca de este queso tan apreciado, le invitamos a seguir leyendo este artículo, en el que trataremos sobre su historia, su producción y sobre las mejores maneras de consumirlo.
El queso Flor de Guía es uno de los más apreciados por los amantes del queso. Pero, para conseguirlo, hay que acudir a establecimientos especializados en productos gourmet. Por este motivo, le invitamos a que nos visite en nuestro establecimiento en el Mercado de la Paz o que visite nuestra página web para comprar Queso Flor de Guía con Denominación de Origen Protegida. Lo podrá adquirir por piezas enteras o, por el contrario, al corte, en cuñas del tamaño que sea de su gusto.
El origen de este famoso queso se puede encontrar en las primeras poblaciones que se establecieron en Gran Canaria a principios del siglo XVI. En concreto, eran habitantes que procedían de tierras extremeñas y portuguesas, por lo que podemos ver en las costumbres ganaderas de estas áreas geográficas alguna de las características en la elaboración de este queso.
En concreto, la utilización de la flor del cardo para el cuajado de la leche, que cambió el método de producir quesos en las islas, ya que antes de la llegada de los colonos europeos, los aborígenes no utilizaban cuajo vegetal o animal para sus quesos, los cuales, al igual que el actual queso Flor de Guía, eran de leche de cabra.
El queso Flor de Guía se hace con leche cruda de cabra de la raza autóctona canaria, aunque también hay alguna variante que incluye parte de leche de oveja. Cuando se incluye esta otra variante, el sabor y la textura son diferentes, pero igualmente singulares, ya que una de las condiciones imprescindibles para este queso es que la leche provenga de animales que estén alimentados con pasto y hierbas autóctonas de la zona.
El método de elaboración de este queso es completamente artesanal, para lo cual se requieren unas cualidades, habilidades y destrezas concretas, ya que es un proceso largo en el tiempo. El primer paso es coagular la leche utilizando el cuajo y, después, se corta la cuajada en pequeños trozos y se somete a un calentamiento lento para poder eliminar el suero y concentrar los sabores de un modo más efectivo.
Una vez calentada la cuajada, se vierte en moldes tradicionales hechos de mimbre, que son los que le confieren al queso Flor de Guía su forma característica. Al desmoldarse, se sala de manera manual y se somete a un periodo de maduración que puede ir desde unos pocos meses hasta más de un año, siempre bajo unas condiciones de temperatura y humedad concretas y controladas, que son las que le terminan por conferir sus cualidades más características de sabor y textura.
El encargado de certificar que los quesos cumplen con las condiciones requeridas en la DOP es el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria. Una vez realizado esto, se otorgan etiquetas numeradas y de distintos colores a cada una de las variedades: etiquetas lilas para el Queso de Flor de Guía; etiquetas verdes para el Queso de Media Flor de Guía y etiquetas marrones para el Queso de Guía.
Una de las características distintivas del queso Flor de Guía radica en su método de coagulación de la leche, el cual se lleva a cabo utilizando cuajo vegetal. Este cuajo es obtenido de los capítulos florales secos del cardo, específicamente de las variedades Cynara cardunculus var ferocissima y Cynara scolymus. En cuanto a sus características físicas, el queso Flor de Guía tiene una forma cilíndrica similar a una torta. Su altura oscila entre los 4 y 6 centímetros, mientras que el diámetro puede variar entre 15 y 30 centímetros. En cuanto al peso, este queso puede encontrarse en diferentes tamaños, desde el medio kilo hasta los 5 kilogramos.
La principal diferencia entre este queso y el anterior es que en este se permite utilizar cuajo animal siempre y cuando no supere el 50% del total y, en ocasiones, su altura es ligeramente mayor.
Por último, la variedad denominada Queso de Guía es la que utiliza un mayor porcentaje de cuajo de origen animal. En cuanto a su forma, tamaño y peso, es similar al anterior.
El queso Flor de Guía, en cualquiera de sus variedades, se puede consumir de distintas formas, ya que es un lácteo muy versátil. Marida muy bien con vino, tanto si es tinto como si es blanco, y es perfecto para acompañar a otros quesos y panes en una tabla variada con quesos o con embutidos.
También hace buena pareja con frutas frescas, mermeladas y miel, y no es extraño verlo participar en bocadillos y ensaladas, o incluso en platos de pasta y en pizzas.
En conclusión, el queso Flor de Guía es uno de los más apreciados por los amantes de la gastronomía y su meticulosa elaboración es una de las causantes de que tenga unas cualidades gustativas especiales, que harán las delicias de los paladares más sibaritas.
De lunes a viernes: de 9h a 20h
Sábados: de 9h a 14.30h
Entre el 5 y el 24 de agosto
De lunes a viernes: de 9h a 15h
Sábados: de 9h a 14.30h