miércoles, 30 de septiembre de 2020
Los quesos italianos están entre los más apreciados del mundo. Su gran calidad es la mejor virtud, pero la enorme variedad disponible hace complicado agruparlos en una sola categoría, más allá de su nacionalidad. Quesos azules, quesos curados y, por supuesto, quesos frescos o quesos tiernos, como es el caso de la burrata, uno de los quesos más apreciados por comensales y cocineros de todo el planeta.
El queso burrata, al que se le suele llamar, más coloquialmente, la burrata, es un queso fresco italiano, elaborado con leche de vaca, de pasta hilada y que tiene una forma redonda, muy similar al de la mozzarella.
A diferencia de éste, con una fama y una tradición casi milenarias, la burrata tiene sus orígenes en el siglo pasado y, más concretamente, en la década de los 50. La historia cuenta que un granjero de Apulia (en el sur de Italia), llamado Lorenzo Bianchino, vio cómo una gran nevada cortaba las comunicaciones de la localidad donde se encontraba, impidiendo el transporte de la leche que tenía que vender.
Para no perder la producción, y tratando de aprovecharla al máximo con los conocimientos de los que disponía, utilizó la nata que surgió de modo natural y siguiendo el método de producción de las mantecas tradicionales (bolsas de pasta hilada en las que se guarda la mantequilla), consiguió hacer un producto fresco de gran cremosidad y sabor.
La palabra burrata tiene un enorme vínculo con esa textura y elaboración de este queso, que tanto recuerda a la mantequilla. No en vano, mantequilla en italiano se dice burro, y el nombre de este queso viene a significar algo así como amantecado o mantecoso.
La mozzarella es uno de los quesos frescos más famosos del mundo y, además, no se puede desvincular del queso burrata tanto por los orígenes de esta como por sus similitudes.
Y es que ambos quesos son frescos, se presentan en forma de saquito y se suelen consumir como entrante, aderezados con algunas hierbas, especias, aceite de oliva, hojas verdes o tomate.
Pero hay que tener en cuenta que también existen diferencias apreciables entre la burrata y la mozzarella, las cuales merece la pena conocer, para acertar completamente al comerlas o combinarlas con otros platos.
· Para empezar, la burrata siempre se sirve y consume fresca y tierna, mientras que la mozzarella también puede presentarse o consumirse de modo más sólido.
· La textura cremosa de la burrata es mucho más sabrosa y suave que la de la mozzarella.
· La burrata tiene en su interior crema de leche, o straciatella, algo que le aporta mucha mayor cremosidad a su textura.
· El sabor de la burrata es mucho más puro e intenso que el de la mozzarella, por lo que se suele servir, principalmente, con aceite de oliva, sal y pimienta.
· La mozzarella es un queso que se utiliza más para aportar a otros platos, no tanto en solitario, y por eso es tan común en ensaladas, pizzas, pastas…
· A diferencia de la mozzarella, la burrata es un queso que se ha de comer a temperatura ambiente para degustar mejor todas sus propiedades y virtudes, tanto en lo referente a sabor como a textura.
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Como hemos dicho anteriormente, la burrata es un queso italiano, un queso fresco que se suele consumir a modo de entrante, tanto en solitario como acompañado de alimentos ligeros y sin sabores demasiado fuertes.
Lo más habitual, tanto en preparaciones domésticas como en restaurantes, es servir la burrata entera en un plato llano, aderezada con aceite de oliva virgen extra, sal gorda y unos granos de pimienta negra. Esta combinación es sencilla pero tremendamente eficaz para apreciar esos matices de leche fresca de la burrata, que aúnan cremosidad y un ligero amargor.
Para los que quieran un poco más de juego en el plato, tampoco es extraño combinarla con unas hojas de albahaca y unas rodajas de tomate, de un modo similar al que se hace con la mozzarella en una ensalada caprese clásica. A esto se pueden hacer ligeras modificaciones, añadiendo orégano, rúcula, aguacate, piñones o, incluso, unas anchoas.
A modo de acompañante, la burrata también combina a la perfección con otros platos cocinados al horno, como unas verduras o una focaccia. Y, para los más sibaritas, platos un poco más elaborados, como pimientos asados y carpaccio, bresaola con nueces o, si se quiere buscar un contraste fuerte, con caviar.
Al ser un queso fresco y no tan conocido como la mozzarella, la burrata no suele estar disponible en todas las superficies comerciales. Por ello, hay que acudir a tiendas especializadas.
En nuestra tienda podrá encontrar una exquisita burrata importada directamente desde Italia y elaborada con leche de búfala, lo que garantiza la mayor pureza, así como un completo aporte nutricional.
De lunes a viernes: de 9h a 20h
Sábados: de 9h a 14.30h
Entre el 5 y el 24 de agosto
De lunes a viernes: de 9h a 15h
Sábados: de 9h a 14.30h